Otra ruta de las que hay que acordarse para repetir porque ha sido espectacular por los paisajes, por las carreteras, por las curvas, por el tiempo y por la buena legión de meseperos que hemos rodado en este sábado 22 de junio.
El punto de encuentro es en la gasolinera BP (antes Snoil) a las 9:00 con muchas ganas de hacer una buena ruta motera. Valerio Sebas Sempronio nos pilla en la salida porque esta vez no se había dado ese margen de quince minutos, también es cierto porque parecía demasiado temprano eso de las 8:45. Nos saludamos con José Ángel y Teresa que marchan a rutear por Gredos.
Con 18º seguimos la chispa de la Yamaha de Quinto Jesús Régulo nos vamos por Tamames, El Maillo, Ciudad Rodrigo y Puebla de Azaba, donde tomamos el café después de 120 km y hora y media de marcha. En Ituero nos esperaba Flaco José Flaminio para enlazar con la legión. Valerio Sebas Sempronio finaliza su ruta y vuelve a su domus.
Nos adentramos en Portugal por Alberguería de Argañán hacia Soito y Sabugal, atravesamos la ciudad por la feria y nos dirigimos por la N233 a Santo Estevao y por la ER18-3 por Casteleiro hacia Caria. Llama la atención esos pueblos tan bien cuidados y con construcciones residenciales llamativas que parecen palacios. En medio de una rotonda próxima a Caria Quinto Jesús Régulo observa un dolmen bien reconstruido, que algunos ni lo vimos ni a la ida ni a la vuelta, pero ya se ocupó Quinto de que todos los tribunos y centuriones lo viéramos.
Oye, no sé qué tendrá Belmonte que tanto nos atrae. Debimos dejarlo de lado, pero los dioses nos metieron por callejuelas del centro urbano y gracias a Cornelia María Pomponia, que puso pie a tierra dirigiendo el tráfico de las motos, pudimos salir de la ciudad. Creo que por Orjais buscamos la M501 por Gibaltar, Atalaia y Verdelhos. Pero qué buena está esta carretera de montaña: qué asfalto, qué curvas, qué paisajes que bien se pueden parecer a Gredos (Espanha).
Continuamos por Vale de Amoreira para coger la N232 que pasa por Sameiro y Manteigas para desviarnos a la N338 que a través del valle glaciar nos llevaría a Torre, a la cima de la Serra. Paisajes de sierra, cascadas por las laderas, obras por desprendimientos, motos por todas partes, … Muy agradable la subida porque también nos acompañaba la temperatura de 24º, y antes de llegar a la cumbre, paramos en un aparcamiento por el que se accede a un lugar paradisíaco para hacer las labores de la comida de picnic sobre las 14 h, porque ya se nos hizo tarde para restaurante.
Qué buena idea fue la de parar en este lugar para reponer fuerzas: un sitio fresco y muy acogedor, bien preparado, agua de sierra, bancos de madera y a la sombra, aunque a decir verdad, un poco de sol también se agradecía. Al chorizo y salchichón bien enfusado de Flaco José Flaminio nadie le hizo ascos, es más, la legión le exigió que en la próxima hubiera más. Compartimos la comida y pasamos un buen rato disfrutando del momento y de la conversación de Claudio Santiago Lépido y resto de legionarios. Fabio Jorge Salinator, absorto en la naturaleza, no dejaba un detalle sin fotografiar para dejar constancia del paraíso; y Cayo Luis Escipión presto para anotar los pueblos y carreteras recorridas.
A las tres ya estábamos de marcha hacia Torre, cumbre de la Serra, disfrutando de ese infierno de buenas curvas hasta arriba. Dejamos la huella (pegatina) mesepera en un cartelón y vamos a tomar un café en el Esplanada con un rato de sosiego viendo pasar a una colección de super coches, de esos que se ven en las películas. En la parada bajando de la cima contemplamos una figura de la Virgen esculpida en la roca, además de moles de piedra que, tirando de imaginación, parecían cabezas de orcos de Moria petrificados.
Retomamos la ruta hacia Covilha por la ER339 con otro infierno de curvas entrelazadas que nunca se acaban para llegar a la ciudad y atravesarla buscando la salida a Caria. Aquí y por el valle del rio Zézere llegamos a ver los 32º, ¡qué calorazo!. Repostamos y nos refrescamos con una litrona de cerveza y cafés antes de enfilar la ruta de vuelta por donde habíamos ido, pero esta vez no pasaremos por Sabugal, sino que nos adentraremos por la Serra de Malcata, tras los pasos de la Gs de Cornelio Miguel Máximo y Cornelia María Pomponia, pasando por Malcata, Quadrazais, Vale do Espinho, Foios, Aldea Do Bispo para entrar en España por Navasfrías. Qué decir de la carretera de la serra de Malcata, extraordinaria para ser de montaña: buen piso, curvas a marear, vegetación y árboles por todas partes. A todos nos volvió a sorprender y que recomendaremos.
Por Fuenteguinaldo y El Bodón llegamos a Ciudad Rodrigo para repostar y tomar un refresco en la terraza de La Glorieta. Enfilamos la carretera de Béjar y por Morasverdes giramos a la izquierda y pasando el pueblo a la derecha por un camino agrícola decentemente asfaltado que nos llevaría a Puebla de Yeltes. De aquí a Tamames y a Salamanca, llegando a las 21:30 con la plena satisfacción de haber hecho una ruta de montaña espectacular, solo apta para meseperos bregados, combativos y curtidos en un millón de curvas.
Hemos recorrido 525 km con una legión de 7 motos y 8 meseperos romanizados: Quinto Jesús Régulo, Flaco José Flaminio, Fabio Jorge Salinator, Cornelio Miguel Máximo, Cornelia María Pomponia, Claudio Santiago Lépido, Cayo Luis Escipión y Valerio Sebas Sempronio.
Gracias a Quinto Jesús Régulo por organizar esta misión casi imposible de rutear por la Serra da Estrela, y a Cornelio Miguel Máximo por volver a descubrir la serra de Malcata.
Fotos de Jorge y Miguel http://www.moterossinprisa.com/MSP/galeria-2024/nggallery/album/serra-da-estrela-22-06-2024