Por José Angel Erasmus.
Cómo olvidar aquel día…
cómo olvidar aquel momento…
un sábado que empezó siendo cualquiera,
que recordaré siempre…
allá donde esté.
Llegar a aquel aparcamiento…
ir viendo llegar gente
que desde el principio relucían algo especial…
cómo olvidar aquella invitación
Tener el honor de cabalgar con ell@s,
tener el honor de quemar kilómetros,
de compartir penas y alegrías….
pero sobre todo … disfrutar,
mantener en el corazón…
siempre una nueva ilusión…
una nueva esperanza…
una nueva manera…
de levantarse cada mañana.
Introducir amigos en este “grupo”,
hacerles partícipes de mi sentimiento,
siempre especiales,
siempre felices,
y siempre diciendo orgullosos:
“Yo pertenezco a MSP”
Pertenecer a MSP es algo especial,
imposible de expresar con palabras…
¡¡¡pero sí con sentimientos!!!
Es aquella sensación de que nunca estarás solo,
tanto en la carretera … como fuera de ella.
Como decía aquel … aquellos locos bajitos,
pues aquí digo yo … aquell@s loc@s felices,
que inmersos en su locura,
comparten una pasión.
Solo aquell@s que por suerte pueden disfrutarlo…
solo aquell@s….pueden entenderlo.
El chaleco que les adorna…
tapa algo más importante que hay debajo
un corazón…
un alma motera…
un sentimiento de compañerismo…
un MESEPERO, dicho con mayúsculas.
Tener el honor de pertenecer a este grupo…
tener la felicidad de rodar junto a ellos…
saber que contigo en la moto vienen muchos más,
muchos más “dementes”,
dementes pero felices … y orgullosos
de pertenecer a MSP.
Ser Mesepero para mí,
en este año 2017 que acaba..
ha sido especial.
Cómo se puede pedir más,
al haberme introducido
en semejante “aventura”.
Siempre viviré con la esperanza
de que años sucesivos
siga siendo sorprendente
porque vosotros,
sí vosotr@s,
sois especiales…,
Bueno basta de humildad
SOMOS ESPECIALES.
Si algún día nuestros caminos se separan,
para mí siempre será un orgullo decir:
“Yo pertenecí……
yo pertenezco a MSP”
Compré la moto por un sueño personal…
Algún día la venderé por un sueño en común…
He conocido a motociclistas-moteros que me han enseñado algo y han enriquecido mi espíritu…
He conocido a otros de los que me alegro de haberlos olvidado.
Me he mojado…
He tenido frío…
He tenido calor…
Me he reído mucho dentro del casco…
He hablado mil veces conmigo mismo…
Canté y grité de alegría como un loco.
Y sí… a veces lloré…
He visto lugares maravillosos y vivido experiencias inolvidables….
A veces perdí el trasero del dolor y otras sentí miedo…
Muchas veces he hecho curvas que hasta Valentino estaría orgulloso.
Otras veces he hecho curvas de terror …
Me detuve mil veces a mirar una vista..
He saludado y hablado con perfectos desconocidos, cuando en la vida a menudo cuesta hacerto con gente que ves todos los días… ·
He salido con los demonios dentro y he vuelto a casa con la paz en el corazón…
Otras veces pensé que era peligroso…
Todas las veces que subo en mi moto pienso en lo maravilloso que es…
He dejado de seguir hablando con quien no entiende…
Y paso las horas haciendo esto con alguien que ni siquiera podría hablar….
Gasté dinero que no podía con renuncias y sacrificios…
Pero el valor de cada momento en el que estoy montado en mi moto es incalculable…
No es un medio de transporte ni un pedazo de hierro… Es la parte perdida de mi alma y de mi espíritu…
Y a quien me dice: la tienes que vender, debes crecer y ser una persona seria… Yo no contesto…
Simplemente bajo la visera, sonrío y sigo haciendo kilómetros con los amigos de verdad.
Nos vemos por esas carreteras… FELIZ NAVIDAD
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