Vamos a afrontar la segunda salida del fin de semana, en esta ocasión al lado de mi compañera de viaje, Teresa. En la gasolinera Snoil habíamos quedado como punto de partida. Allí nos juntamos: Manuel, Jesús Chispa, Adell, Roberto, Antonio Amatos, Luis Kim, Juan Antonio, Teresa y José Ángel. Después de los pertinentes saludos emprendimos camino puntuales a las 10, habíamos quedado en Linares para recoger a nuestros compañeros Santiago Monleón y Pablo Alagón.
Sobre las 10.40 allí estábamos, breve parada y reanudar la marcha en dirección San Miguel de Valero, San Esteban de la Sierra y Santibáñez de la Sierra. Nuestro compañero Luis Kim nos dejaba e iba directamente a Horcajo, lugar donde llegaríamos para comer. La carretera genial y la climatología benévola. Una vez pasado Santibáñez emprendimos camino hacia Cristóbal y de ahí al cruce de La Calzada de Béjar, donde esperaba nuestro compañero Placi para incorporarse al grupo, cosa que hizo con maestría sin que el grupo se parase, la veteranía es un grado. Antes de llegar a Béjar tomamos la autovía hasta el cruce de Hervás, en el cual reunificamos las unidades y nos dirigimos hacia el Restaurante Roma para el pincho de rigor.
Allí esperaba un motero de Ahigal, Marcos, que se había enterado de nuestra ruta por Facebook y quiso acompañarnos el resto del día. Allí esperaba pacientemente Marcos con su Honda Shadow. Tomamos un pinchito y grata conversación. Jesús regresaba a Salamanca y Adell se quedaba en el Roma, el resto enfilamos ordenadamente la carretera de Hervás y de ahí al Puerto de Honduras. La subida preciosa, con un arco de árboles y sombra y con las cunetas limpias. La zona de umbría hacia que las temperaturas fuesen más suaves. Disfrutando de la subida y deseando que no acabase llegamos a la cima, donde paramos a hacer unas fotos.
Volvimos a las máquinas y empezamos a bajar Honduras, el firme del inicio de la bajada estaba peligroso, luego mejoró. Llegamos al Jerte y sin apenas darnos cuenta comenzamos la subida hacia Tornavacas. Curva a derecha, curva a izquierda,… llegamos a la cima, a buscar la sombrita para poder observar el paisaje que se abría ante nuestra vista. Sin más dilaciones nos pusimos en marcha dirección a Barco de Ávila y Piedrahita.
De allí tomamos dirección Horcajo Medianero. El paisaje seco y la temperatura elevada hacía que estuviésemos deseando llegar a la comida, sin contar con que el estómago empezaba a darse cuenta de la hora que era, hora de comer. Nuestro compañero Roberto nos abandonaba, las obligaciones familiares le acuciaban. Un placer como siempre compañero tenerte a nuestro lado.
Allí esperaba impaciente Luis Kim, seguro que su estómago también le decía la hora que era. La comida de buena calidad y abundante, pasando a repetir para l@s que quisieran. Desde luego el Restaurante Campero de Horcajo Medianero un lugar para volver, sin dudarlo.
Salieron Placi y Marcos antes que el grupo, volvían juntos a sus casas, Placi a La Calzada de Béjar y Marcos hasta Ahigal. Santiago y Pablo tomaron dirección Monleón y Linares respectivamente y el resto camino a Salamanca. Al pasar Alba Antonio se desvía hacia Amatos y Juan Antonio, Teresa y yo hacia Salamanca.
JAErasmus
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