Un sábado más del mes de noviembre y de los pocos que ya quedan con buen tiempo para acabar la temporada del 2021 antes de que se metan las lluvias y heladas. En esta ocasión fuimos de exploradores a una zona próxima a Sabugal, pero que aún no habíamos descubierto, y es este pequeño pueblo Vilar Maior con un encanto parecido a Sortelha, a Monsanto y a tantos del Portugal vaciado y tan próximos a la frontera. Estos pueblos Vilar Maior y Castelo Mendo sí se merecen una escapada con buen tiempo y con ganas de patear sus calles.
A las 10 salimos de la gasolinera BP (antes Snoil) camino de Vecinos, Tamames, Aldehuela de Yeltes, Alba de Yeltes, Bocacara y Ciudad Rodrigo para tomar el café y un sabroso pincho de tortilla en La Llave del Campo, con buen aparcamiento y buena atención, para celebrar el cumpleaños de Miguel Intrúder. ¡Felicidades campeón! Salud para seguir cumpliendo años y montar en moto.
Chispa va de pitufo rastreator y dirige la marcha por una zona apenas recorrida por los meseperos, y a decir verdad, el tramo de Alba de Yeltes y Bocacara no es recomendable por la incomodidad del asfalto, aunque la dehesa está preciosa con sus encinas, pastos, vacas y más vacas. Por Aldehuela y en la cuneta vimos hozando a un cerdo negro negro que se habría escapado de alguna finca, y no era jabalí, y a falta de espacio para echarle mano, seguimos el camino unos pocos kilómetros por autovía y llegamos a Ciudad Rodrigo para el café.
Sebas y Miguel vuelven a casa y los demás nos vamos por Campillo de Azaba y Alberguería de Argañán, Aldeia da Ponte y por la N332 hasta el cruce a la izquierda que nos llevaría a Aldeia Maior. Dejamos bien aparcadas las motos y hacemos el paseo por las calles del pueblo, museo, iglesia, ermita, horno comunitario y castillo, que mantiene en pie la muralla y la torre, aunque ésta tiene vacío su interior. Algunas casas aprovechan las enormes rocas para sus cimientos, unas reconstruidas con gusto, otras no tanto, y en los huertos los membrilleros cargados de fruto y otros árboles, con lo que el paseo fue muy agradable.
Hecha la visita, salimos del pueblo por un camino adoquinado de pocos kilómetros discurriendo por un valle precioso lleno de vegetación hasta que enlazamos con la carretera que nos llevaría a Badamalos, donde está la casa de comidas Martins. Nos sentamos a la mesa sobre la una y media y pedimos el menú, pan, vino y agua. Saboreamos unas lonchas de salchichón rico rico y ensalada mientras llega la fuente con filetes de lomo y patatas fritas. Nos ofrecen más y más, pero los velcros ya rechinan y acabamos con unos quesos de muerte de postre y los pingus. Concluimos en que el lugar no era de lujo ni típico turístico, sino más bien un sitio de interior para comer por siete euros.
A las tres ya estábamos en marcha hacia Miuzela por buena carretera y curvas, Porto Ovelha, Malhada Sorda, Freineda, hasta la N16. Como íbamos con tiempo decidimos ir a Castelo Mendo, por lo que nos hicimos esas agradecidas curvas del río Coa, por debajo del viaducto de la A25. Otro pueblo Castelo Mendo que se merece otro paseo por sus calles con ese encanto del medievo y su pelourinho en la plaza, aunque no llegamos a subir al castillo porque lo quisimos dejar para otra visita. Hay obras extramuros para que los turistas puedan aparcar con desahogo. Comentamos que había sido buena idea visitar este lugar y como aún andábamos bien de reloj, nos vamos a Almeida por la buena carretera de Mido, Largo de Praça y Aldeia Nova. Nos damos una vuelta por el interior de Almeida y hacemos una parada para tomar el último café y sagres en el Pires.
Con las primeras gotas de lluvia, seguimos hacia Vale de Mula, Aldea del Obispo y por Siega Verde hasta Castillejo de Martín Viejo y Ciudad Rodrigo con la incómoda lluvia encima. Por autovía y sin lluvia llegamos a Salamanca antes de las seis y media.
Hemos recorrido 340 km con cinco motos y cinco meseperos: Jesús Chispa, Ricardo, Sebas GS, Miguel Intrúder y Luis Con.
Fotos: Ricardo y Luis http://www.moterossinprisa.com/MSP/galeria/nggallery/todo/vilar-maior-20-11-2021
Sin Comentarios