La gran ruta para hoy sábado era la de los maragatos (Ruta del Cocido Maragato a Castrillo de los Polvazares), ruta de más de 500 km para moteros curtidos y grandes ruteros; y esta otra ruta surge espontáneamente para calmar la ansiedad de moteros modestos, más tranquilotes y menos atrevidos.
Se vaticinaba un día más, pero como cada día que sales en moto no es un día más solamente, era otro día lleno de buenas sensaciones y buenos ratos. En la Gasolinera de Snoil habíamos quedado a las 10 de la mañana l@s integrantes de la ruta: Miguel Madrigal, María, Jesús Chispa, Antonio Amatos, José Carrasco, Ainhoa, Teresa y José Angel. Puntuales llegamos y sobre las 10.10 ya estábamos enfilando la carretera de vecinos. Jesús abría ruta y Miguel la cerraba. Siempre a buen ritmo y con una temperatura muy adecuada para disfrutar de nuestra pasión.
Pasamos Vecinos, Tamames, Aldeanueva de la Sierra, San Miguel de Robledo y por fin llegamos a la villa de San Martín del Castañar. Precioso pueblo empezamos a recorrer con nuestras máquinas, que aparcamos a la puerta de la iglesia.
Procedemos a la visita de dicha iglesia y subimos hasta la zona del castillo, antiguamente destinado a cementerio de la localidad, y como producto de las subvenciones había sido restaurado para el disfrute público. La visita era interesante, enseñándonos los pueblos que componían la zona y la vegetación que te podías encontrar, incluso con un bello vídeo explicativo.
Buen paseo nos dimos antes de recuperar los aperos moteros y volver a nuestras máquinas. Después de comprar un rico pan de pueblo nos volvimos un tramo sobre nuestros pasos para encaminarnos a Casas del Conde y de ahí a Mogarraz, no sin antes localizar el Merendero Río Francia, donde volveremos para comer. En Mogarraz aparcamos las motos en la plaza y procedemos al primer alto en el camino. Buen café y riquísimas roscas que nos había traído María, no quedó ni una. Empezamos a quitarnos capas, la temperatura lo permitía.
Después del cafetito tocaba visita turística al pueblo observando la curiosa decoración del pueblo con retratos de antepasados de esta villa.
El tiempo pasaba y volvimos a las motos para regresar al Merendero Río Francia para degustar las viandas que portábamos en nuestras maletas. Manjares por doquier y bebida “muy fría” que había traído Miguel. Buenos manjares, risas y buen rato, ¿se puede pedir más?
Volvíamos a las motos y reanudamos camino hacia los puentes del Alagón y hacer una nueva parada en el Restaurante Pipero, para tomar cafetito y bizcocho donado por Teresa. Parece que ahora había sido más acertado, aunque faltaba café o sobraba bizcocho. Salimos dirección San Esteban. La idea era ir a Los Santos a visitar el Parque Temático del Granito pero a la altura de Santibáñez nos dimos cuenta que en el Pipero se había quedado algo importante y Miguel raudo y veloz fue a buscarlo, Teresa y José Ángel olvidaron su cámara de fotos pero Miguel y María la rescataron.
La carretera de los santos estaba cortada así es que decidimos ir hacia Linares tomar el pincho y regresar a casa.
A las 19 horas estábamos ya en nuestra casa. Habían sido 180 km una ruta corta pero bonita. Cualquier momento en moto y con buena compañía siempre es inolvidable.
JAErasmus
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