Sábado 2 de diciembre, un día frío y helador aunque con un sol agradecido. Salimos a las 10,50 desde la gasolinera Galp de La Fontana hacia la carretera de Aldealengua, pasando por Arabayona y Cantalpino. Luis Con y Pablo llevaban la cabeza del grupo a un ritmo vivo, todo lo que permitía el estado de la carretera en la que había placas de hielo.
En el cruce giramos a la derecha hacia Peñaranda y cogemos la carretera hacia Macotera y Alaraz, donde tomamos el aperitivo en el bar La Plaza, muy coqueto y con exquisitas tapas. Aquí nos encontramos con Placi y Pilar que venían de Calzada de Béjar y comentamos el asunto de las manoplas, puños y guantes calefactables, sotoguantes y cubre puños, para sobrevivir al frío en manos y pies. Cuando arrecia el frío parece que todo es poco para llevar calientes las manos, ahí todavía no está totalmente logrado el asunto.
Retomamos la ruta hacia Piedrahita y a la altura de Arevalillo deberíamos haber cogido el cruce hacia El Mirón, pero nos largamos a Horcajo para tomar la carretera a Armenteros, Gallegos de Solmirón, Cespedosa de Tormes, Aldeavieja y Salvatierra de Tormes, donde nos espera Jesús Yayo y Luis Kin con Rosa, cansados de esperar. Parece que cuando se va en grupo disfrutando todo es poco. Una salida de Luis Stron a la cuneta por probar el freno trasero y aceptable el comportamiento de su nueva trail, que unido a la pericia del piloto evitaron males mayores.
Nos gratificamos con un paseo por las calles de este pequeño pueblo, pero interesante. Tiene un castillo en ruinas, albergue, casa rural con restaurante, casas restauradas, plazas y calles muy bien cuidadas y unas vistas del pantano dignas de disfrutar. Alguna casa en ruinas despertó la curiosidad de algunos meseperos para construirse un palacio con vistas.
Volvemos por Montejo hacia Guijuelo para comer en el restaurante La Lonja, donde Lorena y Vanessa nos atendieron de maravilla, concluyendo que el menú había sido muy bueno por un precio de 16 eurillos, sin olvidar la gratificante compañía que amenizaba el rato.
Sobre las cinco y después de una grata sobremesa al calor de la chimenea decidimos la vuelta por la autovía para llegar a Salamanca a las 5:55 pm antes del ocaso, después de haber rodado 222 km en una ruta muy cómoda con 6 motos, 2 coches y una cuadrilla de 12 meseperos: Pablo Alagón, Luís Con, Teresa, Miguel, María, Placi, Pilar, Luis Stron, Rosa, Luis Kin, Jesús Yayo y José Angel Erasmus.
Luis de Cóngorra & El Gran Erasmus
Fotos: Jesús yayo y JA Erasmus
Breve historia de Salvatierra de Tormes:
La mayor parte de su casco urbano se encuentra expropiado por la Confederación Hidrográfica del Duero desde los años 50 y 60 del siglo pasado, lo que ha motivado desde entonces una importante pérdida de población. Esto se debe a que originalmente se previó que la práctica totalidad del municipio quedase cubierto por las aguas del embalse de Santa Teresa. Sin embargo, años más tarde, la experiencia ha demostrado que los cálculos fueron erróneos, no llegándose nunca a inundar ni una sola de las casas del pueblo, a pesar de lo cual la CHD no ha devuelto las casas a sus propietarios.
Salvatierra tiene una rica historia. Sus orígenes se remontan a la repoblación llevada a cabo por el rey de León Alfonso IX a principios del siglo XIII, cuando este monarca creó en 1203 el concejo de Salvatierra o Alfoz de Salvatierra, dentro del Reino de León, otorgándole a la localidad el título de Villa, favorecida por su situación estratégica en el paso del Tormes y fronteriza frente a los territorios castellanos de Ávila. Así, para defender esta importante villa leonesa se construyó una fortaleza y se amuralló la localidad.
A finales del siglo XIII la villa de Salvatierra perteneció al infante Don Pedro, que era hijo del rey Alfonso X “el Sabio” y señor de Ledesma, Alba de Tormes,3 Miranda del Castañar, Galisteo y Granadilla, aunque también poseía toda la ribera del Río Coa y las villas de Sabugal, Alfaiates y Castelo Rodrigo, que actualmente forman parte de Portugal. A la muerte del infante Pedro, en octubre de 1283, la mayoría de sus señoríos, incluyendo el de Salvatierra de Tormes, fueron heredados por su único hijo legítimo, Sancho “el de la Paz”, que falleció en 1312 sin dejar descendencia legítima, por lo que a su muerte todos sus señoríos volvieron a la Corona.
Con la creación de las actuales provincias en 1833, Salvatierra quedó integrado en la provincia de Salamanca, dentro de la Región Leonesa, despoblándose casi totalmente en la década de los cincuenta y sesenta del siglo XX al construirse el embalse de Santa Teresa, que finalmente no llegó a anegar la localidad como se había previsto.
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