Una ruta de las que gustan, de las que dejan buen poso para recordar y no sólo por las entretenidas carreteras, buena temperatura para rutear y paisajes otoñales de media montaña, sino también por haber paseado por Rio de Onor y haber probado el butelo com cascas y la posta Lombada.
Sábado 16 de octubre, a las 9:45 hemos quedado en la gasolinera de Villamayor y a las 10 ya estábamos en la carretera hacia Ledesma y Almeida, donde nos pilla Jorge y nos desviamos hacia Carbellino, Roelos, Salce y Villar del Buey para coger la CL-527. En Cibanal nos desviamos a la derecha por Formariz, Fariza, Badilla y Miranda de Douro, donde tomamos el café con unos pasteles de Belem de Julia en el Pauliteiro, pasando el río.
El ritmo, bajo el poderío de la Deauville de Jesus Chispa, era alegre, suficiente para disfrutar de los paisajes, de los peculiares muros de piedra, de las vacas sayaguesas y de las ovejas merinas. El cielo estaba cubierto de nubes y amenazaba lluvia, pero poco más de cuatro gotas cayeron; la temperatura era ideal, rondó sobre los 10º en la salida y los 19º por la tarde.
De Miranda nos vamos por Ifanes, Moveros, Alcañices, San Juan del Rebollar, San Vitero, Mahide y desvío a la izquierda a Figueruela de Arriba, Riomanzanas y Rio de Onor, con 198 km recorridos y momento para estirar las piernas y darnos un buen paseo por la orilla del río y sus calles. Un pueblo muy bonito con unas casas de muros y tejados de pizarra, con unas enormes calabazas en sus huertos, con membrillos y castaños por todas partes.
Llegaba la hora de la comida y nos vamos al restaurante Lombada para descubrir el butelo com cascas, la posta y el bacalao portugués. El butelo consistía en un guiso de carne de espinazo de cerdo, chorizo, patatas y las cascas que son unas legumbres con vaina, como los fréjoles verdes. Todo bien hasta la hora de pagar la cuenta, la verdad que el plato no era para tirar cohetes, ni mucho menos el precio que tenía. Echamos mucho en falta al intérprete Pedro Trácer, quien seguro hubiera puesto las cosas en su sitio en el Lombada. Concluimos en que la experiencia del butelo no la repetiríamos en el Lombada de Babe, aunque la posta y el bacalhau, sí.
Más o menos repuestos del susto al bolsillo, sobre las cuatro y media volvemos a la carretera por Quintanilla, carretera aceptable y repleta de castaños, pero más estrecha que la de Riomanzanas. Alcanzamos la autovía a Braganza y nos vamos por la carretera antigua N-122, que está en obras, hasta Alcañices para repostar gasolina.
Por Moveros e Ifanes llegamos a Miranda de Douro siguiendo el camino de la mañana hasta Cibanal, y en el camping Los Arribes hicimos la última parada, un sitio éste que no conocíamos y que está muy bien para otra ocasión. Decidimos volver por la presa de La Almendra porque el tiempo se nos echaba encima y sobre las ocho estábamos en Salamanca.
Hemos recorrido 404 km con 10 motos y 12 almas meseperas: Jesús chispa, César ave y Julia, Resti, Tomás Forza, Nacho, Jorge, Luis Con, Ricardo, Paco Yayo Rollán, Tomás Trácer y Ana.
Qué carreteras, qué pueblo Río de Onor más bonito, qué tiempo más agradable, qué miel, qué calabazas y membrillos, qué butelo com cascas, qué gente más guapa, … hasta el quejica de Nacho aguantó el palizón. Qué más se puede pedir. Gracias Chispa por esta gran ruta.
Luis de Cóngorra
Fotos de Jorge, Tomás Forza y César http://www.moterossinprisa.com/MSP/galeria/nggallery/todo/rio-de-onor-16-10-2021
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