Mejor, casi imposible. Una ruta con tantas motos y moteros, con tantos km en el culo, por carreteras desconocidas, y no perdimos a nadie. Hurra por el Pájaro Guía, Jesús Chispa, que se lo curró muy bien, se consagró como expedicionario y nos llevó por unos sitios muy interesantes. Hurra por la Pájara Escoba, Ana con Tomás de piloto, por controlar al grupo y no dejar atrás a ningún motero. Hurra por el resto de participantes en esta ruta que han sabido mantener el tipo y han estado a la altura de las circunstancias.
Cada ruta de MSP siempre tiene un motivo, y el de hoy es descubrir Penedono y el dolmen de Areita en Portugal. Nos acompaña por primera vez Jorge con su Suzuki gsr, motero curtido y que descubrió MSP por casualidad. También vuelven a rodar después de un largo período de descanso y recuperación, Tomás y Ana con su atronadora custom.
Empezamos este primer sábado de otoño en el veranillo de San Miguel a las 8:45 en la gasolinera Snoil, y después de los protocolarios saludos, besos y abrazos, nos hacemos unas fotos e iniciamos la salida a las 9, como teníamos previsto. Nacho se queda esperando a Tomás y María, que volvieron a casa a buscar la documentación (es lo que tiene la edad), y luego marcharían por la autovía para reunirse con el grupo en el café La Glorieta de Ciudad Rodrigo.
Marchamos hacia Vecinos, Tamames, El Cabaco, Morasverdes, Tenebrón y Ciudad Rodrigo para tomar el café y repostar antes de entrar en Portugal. El ritmo era agradable y cómodo, el tiempo acompañaba con ese sol de otoño, la dehesa mostraba la primera otoñada y la carretera seguía muy buena.
Por la carretera hacia Lumbrales cogimos el desvío en Castillejo de Martín Viejo hacia Aldea del Obispo, pasamos a Portugal por Vale de Mula, Almeida, Pinhel, Meda y Penedono. Como expedicionarios hemos rodado carreteras desconocidas, por estradas locales bien asfaltadas, por pueblos adoquinados con olor a almazara y a vino, con tractores por todas partes porque ya están con la vendimia, con un paisaje agrícola con encanto: vides, castaños, olivos, membrillos a mansalva y otros.
Y llegamos a Penedono dejando las motos muy bien aparcadas y subimos hacia el castillo, con buenas vistas y unas reliquias de guerra en la plaza. El castillo se mantiene en pie aunque su interior está vacío, pero se pueden subir escaleras y escudriñar rincones y torres. El casco histórico está muy bien conservado, granito en el suelo y en las construcciones, apenas se ve algo viejo, pero dejamos de ver la iglesia que la dejamos para otra ocasión porque se lo merece.
Andábamos muy bien de tiempo y después de un montón de fotos retomamos la marcha para buscar el dolmen de Areita por la Beira Alta, cerca de Paredes da Beira. Siempre detrás del Chispa, sin perderle de vista por si acaso, como experto en grandes piedras y explorador de energías ocultas, nos muestra con entusiasmo la construcción de hace diez mil años y con su vara energética nos convenció a todos de que allí había algo más que enormes piedras. Jesús y Santiago estaban absortos con este descubrimiento, cargándose de energía encima de una piedra y los demás asentíamos todo lo que decían.
Va llegando la hora de comer, habíamos reservado para las tres, y nos acercamos a O´Cruceiro, un restaurante a pie de carretera en el que estuvimos muy cómodos y almorzamos unas buenas picanhas, costillas y vitelas porque el bacalao había volao, con ensalada, patatas y arroz. Postres y cafés por un precio de catorce eurillos que nos dejó muy satisfechos.
Son las cinco y parece que no hay prisa por volver. Regresamos por el camino que habíamos traído con la intención de volver por Fuentes de Oñoro y autovía. En algún cruce el gps se desorientó y pasamos por alguna carretera por la que no es aconsejable pasar, fuimos por Cótimos y llegamos al santuario de Santa Eufemia con parada para estirar las piernas. La presión y responsabilidad del guía se hacía sentir, pero el grupo no perdió el ánimo ni recriminó nada, como no podía ser de otra manera. Seguimos por Valbom hacia Pinhel y Almeida, y buscando un lugar para tomar un refresco llegamos a Vilar Formoso donde sí que nos vino muy bien para descansar y despedirnos porque la vuelta por la autovía la hicimos en dos grupos, los que no repostan y los que sí, que lo hicimos en Fuentes de Oñoro.
Son las ocho y ya estamos en la autovía de regreso. Vemos por el retrovisor cómo el sol se va ocultando y al ritmo que marca la vía llegamos a Salamanca sobre las nueve con la noche encima.
Hemos recorrido 490 km con 13 motos y 17 meseperos: Jesús Chispa, Tomás y Ana, Miguel y María, Sebas Pan, Luis Con, Tomás Vaquero y María, David kawa, Sebas GS, Nacho, Teo y Lola, Santi Monleón, Pepe Revi y Jorge.
Un placer como siempre compartir este día y esta ruta con esta cuadrilla mesepera. Luis de Cóngorra
Ruta de ida: https://maps.app.goo.gl/eaWPK2zSVbePRSbz5
Un cachito de ruta en relieve: https://www.relive.cc/view/v8qkNNgE936
Fotos: David, María, Miguel, Ana, Tomás http://www.moterossinprisa.com/MSP/galeria/nggallery/todo/PENEDONO-(28-09-2019)
Vídeo de Jorge: https://youtu.be/TjypLB_qmto
En casita. Gracias Jesús, una ruta extraordinaria y como siempre con excelente compañía. Rutón. Ok y yo he echado la siesta. Ya en casa, buena ruta, gracias a Jesús por organizarla, hasta la próxima. En casa. Buena ruta, pero rayado porque le ha empezado a sonar algo a la moto. Muchas gracias por toda vuestra compañía, me parecéis geniales.
Penedono: es sede de un municipio con 3.445 habitantes
(2001), subdividido en 9 freguesias. Los municipios están limitados al norte y
noroeste por São João da Pesqueira, al este por Vila Nova de Foz Côa y por
Mêda, al sur por Trancoso y al oeste por Sernancelhe.
El Castelo de Penedono se eleva a más de 900 metros de altitud, de forma
pentagonal y clasificado en Portugal como Monumento Nacional, se trata de uno
de los castillos más bellos del pais datado sobre el año 900.La vila de
Penedono fue lugar de alojamiento de Álvaro Gonçalves Coutinho, el célebre
personaje que eternizó Luís de Camões en su poema épico – «Os Lusíadas».
Dolmen de Areita: localizado en la parroquia de Paredes da Beira corresponde a uno de los mayores monumentos del género que existen en Beira Alta, está compuesto por una cámara poligonal, de siete pilares, y el pasillo de acceso de dimensiones medias.
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