Sábado 21 de diciembre de 2024, la primera ruta del invierno y la última de este año. De temperatura tuvimos en la salida -3º y en la llegada 5º, pasando por los 10º en El Gasco. Sol tuvimos todo el día. Las carreteras son aceptables, aunque la zona de La Rinconada a Cilleros pide un reasfaltado inmediato. Por esta zona y en los trechos en umbría aún permanecía la escarcha de la helada. ¿Quién nos mandará salir con estos fríos?
Hemos quedado en la báscula de Aldeatejada a las 9:45 y a las 10 ya estábamos listos para salir con esos -3º, las caras iluminadas por el sol, la guinda colgando en las napias y sobre todo por la emoción de hacer una buena ruta hacia las Hurdes, que tan buenos recuerdos de Placi nos trae.
Abre la ruta la Gs de Miguel que con buen temple nos lleva por Cortos de la Sierra, Narros de Matalayegüa, Tejeda y Segoyuela, La Rinconada de la Sierra. Y aquí viene el acojono, un tramo irregular de asfalto hasta La Bastida y Cilleros con escarcha en algunos puntos, la tensión se masca si vemos una curva blanca, dicen que hay buenas vistas, aunque poco las pudimos apreciar. Llegamos a la SA-215 y en poco nos desviamos a la SA-220 por Cereceda de la Sierra y El Cabaco. Los miedos desaparecieron y la marcha fue más ligera. Seguimos hacia La Alberca, Sotoserrano y Riomalo de Abajo para tomar el café a la salud de Sebas Gs.
Aquí Sebas vuelve a casa; unos van por La Pesga hacia el Valle del Jerte con la comida en las alforjas de la VStrom, y el resto sigue hacia Vegas de Coria, Rubiaco, Nuñomoral, desvío a la izquierda hacia Cerezal, CC-63, Martilandrán, parada en el Cottolengo de Fragosa y El Gasco. Unas preciosas vistas del paisaje hurdano en el Cottolengo, parada obligada.
Llegamos a buena hora para callejear por el poblado, un reto para nuestras rodillas y cadera del Ave. Visita a las casas abiertas al público donde nos dimos más de un coscorrón y encontramos al duendi Zunguluteru, personaje de la mitología hurdana y al que no invitamos a comer en el Bodegón de Ismael.
Menú de 25 eur, los platos bien aprovisionados, vino y gaseosa (a la salud de Juan Antonio) y cafés. Un rato de relajación y a las tres el sol se esconde tras el volcán. A las tres y media ya estábamos dispuestos a volver hacia Nuñomoral y menos mal que el sol seguía dando caña. Subimos a la meseta por Asegur, Casares de Las Hurdes, Carabusino y, ya en la provincia de Salamanca, por Serradilla del Llano, Serradilla del Arroyo, El Maillo y El Cabaco.
En el trayecto de Serradilla del Arroyo a Monsagro vimos unas marcas en el asfalto que bien podría ser de un acondicionamiento próximo de la carretera. Con ganas lo esperamos. Pasamos por la zona incendiada, oeste del pico El Copero y con disgusto vimos la calamidad del fuego, sobre todo para los que tenemos el recuerdo de una zona muy arbolada.
Llegados a El Cabaco para un café nos dan con la puerta cerrada en las narices, así que busca un rincón y desagua. Empieza la cuestión, que si es un alibustre, un junípero, un enebro, un acebo. Bueno, nos quedamos con un precioso acebo y un alibustre haciendo sombra a una pila de leña exquisitamente bien colocada.
Sobre las seis pasamos por Aldeatejada, con 269 km en el cuerpo y habiendo participado 8 motos y 9 meseperos: Miguel Gs, Mario Bmw, Luisa y Santi Bmw, Sebas Gs, Pedro Trácer, Jorge Vstrom, César Ave y Luis Gs.
Fotos del Ave, Luisa y Luis http://www.moterossinprisa.com/MSP/galeria-2024/nggallery/album/el-gasco-21-12-2024
Video de Navidad por José Guzzi y enlace de Jorge Vstrom
https://youtu.be/NLxGCk75E2A?si=_qHhFsDCuaGhD3bE
Guía Repsol: Volcán El Gasco
Sorprende mucho conocer que en Extremadura hay un volcán. Aunque las últimas investigaciones señalan que en realidad se trata del impacto de un meteorito que cayó en la Tierra hace entre uno y dos millones de años. Esto no impide que todo el mundo lo conozca como el volcán de El Gasco e incluso la Junta de Extremadura lo mantiene con la declaración de 2003 como Lugar de Interés Científico Volcán de El Gasco.
Situado en el término municipal de Nuñomoral, en la comarca cacereña de Las Hurdes, este agujero de cincuenta metros de diámetro debe su nombre a que se localiza en la pequeña población de El Gasco.
A pesar de su situación remota, el volcán de El Gasco ha sido bien conocido desde siempre en Extremadura, teniendo incluso una utilidad económica local. En torno a los afloramientos de rocas pumíceas originadas por el impacto en el cerro del pico del Castillo se montó una industria de piedra pómez utilizada en los ochenta del pasado siglo XX para el lavado y envejecimiento de pantalones vaqueros, y para pipas de fumar y otros artículos de artesanía local.
Un camino que parte de El Gasco lleva en una hora hasta el cráter, después de recorrer un escenario de pequeñas huertas vecinales, bosques mediterráneos de encinas, madroños y alcornoques y más arriba pedrizas y viejos afloramientos rocosos sobre los que planean abundantes aves.
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