Vamos a estrenar el 2018 con los divertidos apodos moteros y una buena oportunidad para practicar será esta concentración de Motauros. No sabremos quién es quién sin la lista a mano, pero vamos a ello.
El tiempo para este tercer fin de semana de enero del 2018 predice frío, sol y sin lluvia, con lo que la gente se anima a visitar la campa, bien desde el viernes, sábado o domingo. El viernes ya están en la campa Pollo de Hierro y Pepino Gigante, por la tarde Sobaco Radioactivo, Trueno Amoroso, Pichón Elástico, Pollo Amoroso y el Rey Volador toman sitio con sus furgonetas y moto en el aparcamiento y se preparan para la noche movida.
El sábado salen en moto a las 10 desde gasolinera del polígono Villares: Orificio Flácido, Pepino Vengador y Orificio Volador, que se encontrarán en gasolinera Cañizal a las 10:30 con Pichón Mutante y Pollo Radioactivo. A las 11 salen en coche Pollo Negro, Maestro Biónico y el Rey Vengador. Pollo Elástico, Lobo Espacial y Tornado Letal se quedan con las ganas, pero hay tareas y compromisos que atender.
Y en lo que concierne al sábado, podemos decir que fue un buen día. Los meseperos que habían ido en moto el mismo sábado y Pichón Elástico marcharon a hacer la ruta a Zamora con una multitudinaria caravana de motos que invadieron la ciudad. Los demás nos quedamos escudriñando los expositores y tiendas, tomando un café caliente con churros y pateando la zona.
Llegada la hora de comer nos vamos al Mogollón para comernos un sabroso bocadillo en un auténtico ambiente motero. Había mucha gente, todos esperando su turno con tranquilidad y respeto. Después un café con el chupito de petaca de Pollo Negro y nos encaminamos al pueblo para ver la exhibición.
Mucha gente y muchas más motos por el camino. Desde el pueblo se divisaba la nube de humo sobre el pinar de la campa y en la plaza mucho mucho ruido, para volverse sordos. Nos encontramos con Sobaco Carmesí y Princesa Elástica que buscaban un poco de tranquilidad.
En la exhibición nos tropezamos con Robot Mutante, Pepino Sangriento y su hija, y después de unas cervezas viendo motos y más motos pasando por las calles, nos volvemos a la campa. En esta ocasión y antes de entrar pedimos unos pases en la caseta del Ayuntamiento, que muy amablemente nos dieron, con lo que este año no hemos tenido ningún contratiempo para entrar por la tarde. Cuando salimos sobre las ocho vimos que dejaban entrar sin impedimento, cosa que la gente agradecemos para poder visitar las tiendas y bares.
Nos vamos a la carpa para ver la exposición de motos, hacernos unas fotos con el toro, mover el cuerpo y presenciar el homenaje al maestro Angel Nieto con su hijo Pablo Nieto y Jorge Martínez Aspar.
Daban las ocho y los del club de los sesenta ya pedían un poco de asiento, con lo que dan por concluida la visita y dejan a los perseverantes meseperos con más música en contexto motero.
El domingo pasaron por la campa Maestro Radiactivo, Maestro Biónico2 y Pollo Carmesí para dar el último adiós a esta edición de Motauros, superando un control de alcoholemia. El Rey Volador hace las últimas fotos de la gente recogiendo sus bártulos y nos relata más abajo su impresión sobre esta jornada de Motauros.
Ha sido un placer disfrutar de otro año más de Motauros con esta cuadrilla de meseperos y nuestros amigos de Zamora con el grupo gallego Tragacurvas.
Fotos: Orificio Volador, El Rey Volador, El Rey Vengador, Pollo de Hierro, Pollo Negro y Pollo Carmesí.
Desmontando Motauros, por El Rey Volador.
Pasaron las casi 72 horas de gasolina, humo, ruidos, rutas, cubatas, cerveza, conciertos, acelerones, derrapes, cortes de gas, camaradería… Ahora queda el momento de la recogida de los cadáveres abandonados en el campo de batalla.
Como puede apreciarse en las imágenes, no todo es guay en Motauros, al final de la concentra, bien sea por escasez de contenedores, bien sea por falta de previsión, bien sea porque como siempre algunos somos un poco guarretes, la campa ha quedado en un lamentable estado que ahora los servicios de limpieza deben dejar como nueva para el disfrute de los Tordesillanos del día a día.
Ha sido una de las mejores ediciones que he conocido, tanto por el tiempo tan genial que hemos tenido, como por la cantidad de inscritos, pero deberíamos tentarnos un poquito las ropas, tanto organización como participantes y los primeros poner más medios y los segundos un pelín más de empeño en dejar el pinar limpio dentro de lo posible.
Hemos desmontado Motauros… hasta el año que viene.
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