Empezamos esta jornada motera sobre las 9 de la mañana tomando café en el Fénix para entrar en el cuartel poco después. Se va ocupando el aparcamiento de motos de todos los tipos y colores, de moteros orgullosos de sus motos, buena peña ésta la de los moteros salmantinos.
Arreglada la incidencia de las inscripciones por nuestro comandante Gonzalo, hechas las fotos y más fotos, sobre las 10:30 iniciamos la marcha hacia Tamames y Riomalo. Aquí se queda un grupo para tomar café en El Labrador, el otro grupo sigue la marcha hasta Villanueva de la Sierra. Habíamos decidido partir el grupo para facilitar las paradas del café y de la marcha de la ruta.
Llegamos hasta Valverde del Fresno para echar gasolina y, desde aquí, un grupo subía hacía Navasfrías y Ciudad Rodrigo; el otro continuaba hacia Penamacor, Sabugal y Vilar Formoso, llegando al destino sobre las tres y media, cansados y con hambre. La zona recorrida estaba preciosa: verdes los campos y los montes, agua en todos los regatos y arroyos, olor intenso a pino por la zona de Gata y las jaras por doquier.
Después del repostaje y ruteando hacia Portugal tuvimos un leve incidente: una picadura de avispa a José Angel que nos obligó a parar en el arcén para extraer el aguijón. Sin más peripecias que reseñar, más que el cansancio y las ganas de comer, llegamos a la Quinta do Prado Verde donde nos esperaba un muy agradecido aperitivo para los más de 170 moteros que participábamos en esta ruta de Pikos Charros.
Después del aperitivo nos sentamos a la mesa para saborear un puré de calabacín y bacalao a bras a tope, con un postre de sobremesa de natillas y una galletina en un tarro. Acabamos con el café, un chupito y una buena tertulia para despejar cualquier duda de siesta, a pesar de que los abonados a la misma buscaban un lugar de regocijo que se mostró poco menos que imposible.
Así nos dieron las seis y media y el personal ya marchaba para Salamanca, unos nos fuimos por la autovía y otros por la nacional, llegando a casa sobre las ocho con un suelo mojado después de un buen chaparrón, pero logramos evadirnos de la lluvia.
Agradecimientos a la organización, a los subtenientes Jacinto y Francisco, y a nuestro Gonzalo como maestro de ceremonias, por abrirnos las puertas de su cuartel y por compartir una ruta motera con estos maestros del tráfico y amigos.
Hemos recorrido unos 430 km con 17 motos y 22 meseperos: Gonzalo, Eva, Oscar, Floren, Fernando, Nieves, Luis Con, Juan Antonio, César, Alvaro, Luis Kin, José Angel Erasmus, Sebas, Nacho, Santi, Manoli, Miguel, María, Nieves, Charli, Miki Sevillano y Carlos Harley.
Motógrafos: José Carlos, Santi, Nieves, Erasmus, Javier MS
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