Esta ruta ha sido otra de tantas que nos ha dejado más que satisfechos, ya no sólo porque nos hizo buen tiempo, sino porque hemos rodado por unas carreteras desconocidas hasta ahora y que nos dejaron buen cuerpo, muy recomendables y que pronto volveremos a pisar. Nos acompaña por primera vez Carmen con su CBR, una motera que le gustan las rutas largas, pero con buen tiempo. Pedro ha dado todo en su labor de jefe de ruta y en verdad podemos decir que se ha coronado.
Sábado 19 de marzo, a las 10 estábamos listos para esta ruta a tierras de Portugal. Otra vez que las cuatro Trácer se vuelven a juntar y ante eso no hay discusión, una de ellas liderará la ruta. Después de los saludos, abrazos y fotos, con siete grados, iniciamos la marcha con la Trácer de Pedro en primera línea, con el apoyo de la Gs de Luis. Teníamos cierto temor a que los gps se despistaran, pero Pedro se ha preparado a conciencia la ruta en un rutómetro versión “Paper” y con otro en modo “Méntal”, apoyado con el gps modelo “Testa Mémory” de Luis Con y vigilados desde atrás por el gps de Roberto.
Nos metemos en la autovía hasta La Fuente de San Esteban, todos en un perfecto tresbolillo, para coger el desvío a Vitigudino. El primer tramo se hace soporífero y tanto que a alguno se le ve bostezar. El trecho a Vitigudino se hace más liviano, aunque las curvas se hacen desear. Tomamos el desvío de Guadramiro que nos lleva a Barruecopardo con una carretera amena y de buen piso.
El café lo tomamos en el bar del frontón a la salud de Luis Con por su nuevo nivel de yayoflauta. El dueño del bar nos hace la observación de una foto colgada con un músico tocando el saxofón, y mira por donde era el padre de nuestro colega José Triumph que en sus tiempos fue el jefe de la banda del pueblo. Un amable paisano se ofrece a meternos a todos en la foto, así que nos clava a todos en el móvil. Nos despedimos de Miguel, José Angel y Sebas que vuelven a casa, aunque nos acompañan por Saucelle y en la bajada a la presa para tirar por Hinojosa y hacer alguna curva más.
Pasamos la presa y entramos en Portugal para enlazar con la N-221 hacia Freixo y poco antes de llegar nos desviamos a la izquierda a la EN-325 por Quintana da Ribeira y Ligares, una carretera local poco frecuentada, pero que es muy entretenida y cómoda para rodar. En el cruce a Urros y Peredo dos Castelhanos viramos por esa pista sin nombre y con asfalto aceptable, y sin llegar a Peredo nos vamos a la derecha por otra desconocida y buena carretera estrecha que algún día estuvo pintada. Esta carretera nos sorprendió por los bonitos paisajes, montes cultivados en terrazas casi hasta la cumbre, entre olivos y almendros sin flor, viendo desde lo alto el Duero y su unión con el Coa, y llegando a la esclusa casi se puede tocar el agua. Muy recomendable.
Llegamos a la zona del puente y esclusa por la margen derecha del Duero, conectamos con la N-102 ó IP2 y a un kilómetro tomamos el desvío que sube a Torre de Moncorvo por una carretera sin circulación (porque ya está la IP2), poco mantenida porque tiene hendiduras, pero que aún mantiene buen asfalto. Y qué podemos decir de su trazado: inconmensurable, con curvas enlazadas a diestro y siniestro, para marearse y no perder la concentración.
Llegados a Torre y aparcadas las motos en los jardines del Aurora, ignorábamos que era festivo en Portugal, San José y día del Padre, y los restaurantes estaban a tope hasta que paseando por las calles, plazas e iglesia, con un Pedro muy pendiente de encontrar un sitio, dimos con el Frango y allí nos metimos con un grupo de scouts, dejando los bocadillos para cenar.
Menos mal que llevamos a Pedro porque si nos sacan del bacalao no sabemos de qué va el menú. Como muestra esto es lo que comimos: pica pau («Pickles» azeitonas, couve flor e pepino em vinagre), muelas, bitoques com guarnição arroz + batatas fritas + ovo estrelado. También el café modo spanish: cada uno diferente, con tertulia amena y sin prisa.
Con 17 grados en el pueblo y un paseíllo para volver a las motos, habíamos echado dos horas en la comida, Rafa se sienta y se le cierran los ojos, mientras el resto vemos los preparativos de la fiesta y a Luis Can se le va la vista a una guitarra preparada en el escenario. Le tuvimos que decir: ¡quieto!, que si tocas y cantas se nos hace de noche.
Retomamos la ruta bajando del pueblo para coger la IP2, hacer una parada en la esclusa y seguir por Vila Nova de Foz Coa, Castelo Melhor, Almendra y Figueira de Castelo Rodrigo, bordeando el río Coa por una carretera más que amena y disfrutona. Con los veinte grados que hacía por la zona pudimos comprobar que las moscas, mosquitos y otros bichos se están desperezando, así que con la visera subida y la boca cerrada.
Desde Figueira nos vamos por Santa María de Aguiar, Almofala, atravesando la frontera por Escarigo, La Bouza, Puerto Seguro hasta Castillejo de Martín Viejo. A la izquierda por la SA-324, que lleva a Lumbrales, hasta el cruce a Bañobárez, camino agrícola recién asfaltado hasta el pueblo, pero en obras hasta Fuenteliante. Por la SA-323 con buen asfalto pasamos Bogajo, Yecla de Yeltes y Vitigudino. Hacemos una parada para repostar, tomar un café a la salud de los tíos abuelos Carmen y Rafa y despedirnos hasta la próxima.
En esta parada advertimos a Pedro que el tramo a Salamanca está muy vigilado; oye, se lo tomó tan en serio que no pasamos de 90 y con lo aburrida que es esta carretera, la noche encima y el reflejo de los chalecos, los coches que llegaban a la cola allí se quedaban sin atreverse a adelantar por si acaso. Llegamos a Salamanca sobre las ocho y media con la satisfacción de haber hecho una ruta extraordinaria.
Hemos recorrido 414 km con 10 motos y 10 meseperos: Pedro Trácer, Tomás Trácer, Miguel Trácer, Rafa Trácer, Carmen CBR, Roberto Versys, José Angel Fjr, Sebas Gs, Luis Can y Luis Con
Fotos: José Angel, Rafa, Luis Con, Tomás, Pedro, Roberto
http://www.moterossinprisa.com/MSP/galeria/nggallery/todo/torre-de-moncorvo-19-03-2022
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