La ruta de este sábado ha sido de esas que dan de sí para todo el día. Hemos experimentado la salida airosa de un pinchazo sin tener que llamar a la grúa, hemos descubierto nuevas y buenas carreteras de la comarca de Aliste, hemos tenido una temperatura aceptable, hemos compartido un día de moto entre yayos, jubilados y currantes, hemos llegado a casa bien templados de kilómetros y con callo en el culo. Y lo dice la ciencia: “rodar es terapeútico”
A las 9:45 quedamos en la gasolinera Repsol de Villamayor y vamos llegando más y más motos. Un buen momento para saludar a gente que hacía tiempo que no nos veíamos y el Yayo Tomás nos apura para salir pitando a la hora fijada, con lo que se nos pasó la foto de salida.
En principio estaba planteado ir por Calzada y Santiz, pero nos vamos por Ledesma a Almeida de Sayago, aquí nos desviamos a Carbellino, Roelo, Salce y Villar del Buey. Esta carretera la hemos descubierto hace poco y la verdad es que se deja disfrutar, tiene buen asfalto, bonitas vistas del reculaje de La Almendra, algo diferente a lo que ya conocemos.
En Cibanal tomamos el café con unas lindezas culinarias de la yaya Nieves: croquetas de morcilla, pimientos de padrón y tortilla, algo inesperado para chuparnos los dedos. Aquí sí que nos hicimos la foto del grupo y nos ponemos en marcha con la Deauville de Chispa en cabeza que nos lleva por Fariza, Badilla a Miranda do Douro y nos enfila a la carretera de Ifanes. En Miranda nos dividimos en dos grupos, los que siguen a Sanabria y los que se dirigen a Algoso.
Esta carretera de Ifanes tiene buen piso y en esta época refleja un color amarillo deslumbrante, como en toda la comarca de Aliste, de esas flores de la planta conocida por escobas, además de un profundo olor a primavera. Volvemos a entrar en España y en Alcañices hacemos una parada de repostaje. La Trácer de Miguel toma la cabeza y nos lleva hacia Portugal, pero pasamos la frontera por la antigua carretera, por San Martín del Pedroso, mucho más amena que la pasmosa N122 nueva.
Cogemos la N218 por Milhao carretera que ya conocemos por el buen firme, curvas mil y sin circulación de coches, para llegar a Gimonde seguir a Braganza y coger la N103 que pasa por el parque natural de Montesinho. Carretera muy interesante con buen firme, apenas una recta y campiñas de paraíso. Atravesamos Rabal y Francia para pasar la frontera por la ZA-925 por Calabor y por Lobeznos llegamos a Puebla de Sanabria. El calor ya se hacía notar suspirando porque alguna nube nos hiciera sombra.
Un poco cansados y con hambre decidimos comer en el Lago, asegurando sombra y mesas para comer el bocadillo sobre las 14:30, que rematamos con un té riquísimo a la salud del Ave César y unas pastas escondidas por Nieves en la profundidad de las maletas de la cústom de Charli. Mientras tanto, los de Algoso se trasquilan un sabrosón pulpo con una merecida siesta.
Un café relajante en el tranquilo chiringuito de la playa mientras los más atrevidos se meten en el agua glaciar, eso sí, hasta cierta altura. Cuando volvemos a las motos vemos que la Trácer quiere claudicar, un pinchazo por un tornillo en su rueda trasera hace que surja la camaradería motera y de esta forma estrenamos las mechas de reparación y la presión con un bote de espuma caducado hacía cuatro años, pero que fue suficiente para retomar el camino y completar los bares en una gasolinera.
Con este leve percance decidimos dejar San Martín de Castañeda para otra ocasión. La rueda responde perfectamente en el camino de vuelta por A-52 a Mombuey y salir a Villardeciervos por la ZA-912 hasta Mahide. Una carretera que no conocíamos y que nos llevaría a Palazauelo y San Vicente por un primoroso valle de la comarca de Aliste, con los ríos Aliste y Riofrío, hasta Dómez para hacer una parada en la cantina de To´Livo. Miguel va en cabeza siguiéndole Miki vigilando la rueda de la Trácer. Parece que respondía bien porque cada vez iba más deprisa cuando Roberto Versys toma la iniciativa en Carbajales y nos lleva por Zamora y Fuentesauco a Salamanca como almas que escapan del nublao, tan sólo nos cayeron cuatro gotas.
Al pasar por Zamora, qué casualidad, nos encontramos con Resti e Isabel que habían estado por San Mamed, entre San Ana y Villarino tras la Sierra, muy cerca de Alcañices. Otra aventura misionera que ya nos contarán.
Llegamos a Salamanca a las 21:30 con una ruta moledora de 491 km con 10 motos y una extraordinaria cuadrilla de 13 meseperos: Roberto Versys, Jorge, Miguel Trácer, Juan Antonio, César Ave, Luis Con, Charly y Nieves, Miki y Sara, Tomás Pan, Jesús Chispa y Lourdes.
Luis de Cóngorra
Fotos de Jorge, Jesús y César http://www.moterossinprisa.com/MSP/galeria/nggallery/todo/sanabria-29-05-2021
Vídeo Jorge: https://youtu.be/jWfu1sOhyao
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