Despertad almas meseperas, después de un largo letargo invernal y aprovechando la tregua del tiempo, el espíritu motero arranca este sábado con una ruta a La Covatilla. Será una ruta de termo y bocadillo. La situación nos obliga a mantener la prudencia en todo momento, las mascarillas que no falten y la distancia en las paradas.
Sábado 20 de febrero de 2021. Hemos quedado a las 10:15 en la gasolinera Galp de la carretera de Alba y nada más llegar ya se ven las ganas de vernos las medias caras y compartir otra ruta, disfrutando de la moto y de la cuadrilla mesepera. Allí estuvo Tomás Trácer con la idea de hacer media ruta, pero la desdicha se avino con una luz naranja en su Trácer, con lo que se chafó su compañía y al taller que se fue.
Puntuales salimos por la carretera de Alba y desvío a Galisancho, Galinduste y Armenteros. Cogemos la carretera a La Tala pasando por unos pueblos que no aparecen en el mapa. La carretera de Armenteros a La Tala no es de las que nos gustan, pero hay que hacerla. Pasada La Tala la carretera es extraordinaria, con buen asfalto y buenas curvas hasta Cespedosa de Tormes. Aquí se despide Charly y cogemos dirección a Bercimuelle por la SA-104. Hasta Puente del Congosto la carretera tampoco es buena.
Seguimos por la SA-102 a Santibáñez de Béjar y Sorihuela con el viento de costado que obligaba a amarrar bien la moto. Por el puerto de Vallejera llegamos a Navacarros, donde a pie de calle tomamos el café de termo y los pasteles de María y Lola. ¡Qué mano tienen, por Dios!
Nos replanteamos subir o no a La Covatilla por el viento que soplaba, pero se oyó una voz de fondo que decía: ¿cuándo se rinden los meseperos? Así que, con estos arrestos, enfilamos la subida que un principio era cómoda, pero poco a poco se fue haciendo muy difícil. Difícil fue soportar las ráfagas en las curvas, en las rectas, y no te digo cuando llegamos arriba, aquello era poco menos que imposible mantenerse en pie. Tanta era la fuerza del viento que la gran GS de Sebas se fue al suelo por dos veces y los demás libramos por los pelos, cagaitos de miedo. Quedó constancia de que los valientes llegaron, se hicieron la foto y se consagraron como grandes moteros ante la adversidad. También la Vulcan de Inma se fue al suelo de parada y aquí, el fornido Teo, la enderezó con el dedo meñique. Bajamos con la precaución debida y qué suspiro cuando llegamos abajo. Ya tenemos otra gran anécdota que contar
Por Navacarros vamos a Candelario y a Béjar, pasamos Cantagallo, Puerto de Béjar y cogemos el desvío a Peñacaballera y Montemayor del Río para hacer la comida al lado del río. Eran las dos y de los fardeles salen los bocadillos y las fiambreras, hasta alguno hizo dieta de manzana modo Sebas. Tertuliamos un poco mientras César subía al castillo y otros hacían aguas menores.
Son las tres y retomamos el camino de vuelta, subimos a Peñacaballera por ese tramo que antes habíamos bajado y que está espectacular de asfalto y de curvas. Cogemos dirección a El Cerro y Lagunilla, y pasado Valdelageve hasta Sotoserrano la carretera se hace difícil. Vamos por La Alberca para repostar y despedirnos, y como aún era pronto, surge la idea de subir a la Peña de Francia, pero con la experiencia que habíamos tenido en La Covatilla, las prudentes dijeron que ya era suficiente por hoy.
Llegamos a Salamanca sobre las cinco y media, habiendo recorrido 282 km con 11 motos, un coche y 14 meseperos: Miguel Trácer y María, Miguel Intruder, Inma Vulcan, Jorge, José Carrasco, Luis Con, Juan Antonio, David Kawa, César Ave, Sebas GS, Lola y Teo, Charly.
Ha sido un placer, una vez más, compartir este sábado y esta ruta con esta gran tropa mesepera.
Luis de Cóngorra
http://www.moterossinprisa.com/MSP/galeria/nggallery/todo/la-covatilla-20-02-2021
Fotos: Jorge, David, Miguel Intruder, Inma, César. https://youtu.be/lt-8nk9_wBA
1 Comentario
Olé, qué grandes son esos meseperos